De Spectator: Para la Bestia

10 noviembre, 2006

Carta Abierta a los Zares de la Ultraderecha

Para:

Lic. Antonio Leaño Álvarez del Castillo,
ex-Rector Vitalicio de la Universidad Autónoma de Guadalajara

Lic. Antonio Leaño Reyes,
Rector Vitalicio de la Universidad Autónoma de Guadalajara

Ing. Juan José Leaño Álvarez del Castillo,
Vice-Rector Administrativo Vitalicio de la Universidad Autónoma de Guadalajara

cc: Organización Nacional del Yunque



Antes de comenzar, Spectator formulará aquí una declaración categórica y enérgica que le ha servido de guía y de puntal a lo largo de toda su jornada desde que Los Blogs de Spectator salieron por vez primera a la luz pública en el año 2006:

El Nazismo y el Fascismo, en todas sus formas, son intrínsecamente perversos.

Continuando con la increíble labor inicial llevada a cabo por unos estudiantes de postgrado de la Universidad Iberoamericana, a los cuales ojalá todo México tenga la oportunidad de conocer algún día para agradecerles la labor investigativa llevada a cabo por ellos, Spectator y otros han tomado la estafeta para continuar llevando a cabo algo que debe ser puesto en manos del pueblo de México.

A estas alturas las cabezas ocultas, los cerebros de la temible extrema derecha radicada en México, tras varias intentonas fracasadas, ya deben estar absolutamente convencidos de una cosa: Spectator es insobornable, no puede ser comprado con ninguna cantidad de dinero. La conciencia de Spectator no está en venta, y mucho menos cuando lo que está en juego es no sólo el destino de un país, México, sino otros países que también están comenzando a ser infectados e invadidos por una amenaza oculta cuya enorme peligrosidad deviene de su forma encubierta de actuar, del uso de la infiltración y el engaño como sus armas predilectas de lucha, y cuya crueldad carece de límites. Ya lo demostraron ampliamente en la Segunda Guerra Mundial sus predecesores en esta insania, y ustedes son la prueba viviente de que la Segunda Guerra Mundial no ha terminado y se continúa llevando a cabo en estos momentos por los herederos ideológicos de la noche obscura que ensombreció a Europa en el siglo pasado.

Spectator hubiera preferido mil veces que la pesada carga y los riesgos de exponer lo que realmente está sucediendo en México hubiese caído sobre las espaldas de otros, de alguien más, pero Spectator está consciente de que nadie más posee la gran cantidad de datos e información que hay sobre la amenaza que ustedes representan como lo que Spectator tiene en sus manos. Y lo que tiene es terrible. Ustedes mismos lo saben. Spectator también está consciente de que muy pocos poseen acceso a la enorme cantidad de recursos tecnológicos e informáticos como los que Spectator tiene a su disposición. Y al no haber nadie más que pueda hacer esta labor como Spectator la ha estado llevando a cabo, Spectator ha sido forzado por las circunstancias del destino a asumir su responsabilidad histórica. Más aún, Spectator sabe que está en una carrera contra el tiempo, en la que las vidas de miles o quizá cientos de miles de vidas están colgando de un hilo, lo cual hace más pesada su responsabilidad.

Para ustedes, la histeria anti-comunista que supuestamente les inspiró y les sirvió de bandera en el pasado hace ya muchos, muchos años, dejó de ser una causa para convertirse en un pingüe negocio. Un pingüe negocio de cientos de millones de dólares que les ha permitido acumular enormes fortunas personales que no habían contemplado cuando empezaron luchando por la libertad de cátedra -una lucha que Spectator reconoce como válida y justificada hasta cierto punto en aquél entonces-. Sí, la libertad de cátedra, ese derecho para que dentro de un recinto universitario puedan fluír libremente ideas de todo tipo sin restricción alguna. Esa bandera que hoy ya no significa absolutamente nada para ustedes dentro del imperio que han construído, tanto en su expresión abierta, pública, como en su terrible expresión oculta.

Spectator sabe perfectamente bien con qué clase de gente está tratando. ¿Acaso creen que Spectator ignora que ustedes tienen sus manos manchadas de sangre? ¿Le han confesado los crímenes que se han cometido en sus nombres a un sacerdote de su más absoluta confianza, digamos de la Organización Sacerdotal Trento, fanatizado por ustedes mismos, el cual les ha dado la “absolución” sin requerirles presentarse previamente ante las instancias judiciales para saldar cuentas primero con la sociedad? ¿Creen realmente que una “confesión” de este tipo puede tener alguna validez ante la autoridad suprema a la cual tendrán que rendir cuentas plenas de todos y cada uno de sus actos, esa misma autoridad suprema por la cual se llevarían a cabo dichas “confesiones” espirituales con el fin de “lavar pecados” y “limpiar la conciencia”?

¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde aquellos años en los que empezó a llegar gente de otros estados a la Universidad Autónoma de Guadalajara para ser indoctrinada en el neo-fascismo, para ser forjada en el yunque del fanatismo y la locura? ¿Cuánto tiempo hace que jóvenes de Guanajuato, Puebla y otros estados empezaron a acudir a ustedes para recibir “luces”? ¿Recuerdan ustedes cuando organizaron las primeras jornadas? Sí, esas famosas jornadas (Spectator sabe todo acerca de ellas). ¿Cuánto tiempo tiene que el misterioso Manuel Espino, el dirigente nacional del Partido Acción Nacional, el hoy partido oficial como antes lo fué el PRI, fué reclutado por gente suya en el estratégico estado de Chihuahua preparándolo para la instalación en México de un gobierno paralelo secreto en el cual ustedes ya tenían metidas las manos hasta el fondo? ¡Hasta parece que fué ayer!

De cualquier modo, más allá de las cuestiones espirituales y el dilema que tendrán ustedes a la hora de tener que saldar cuentas con una autoridad superior que todo lo ve y lo sabe, mayor motivo de preocupación para ustedes, Señores de la Universidad Autónoma de Guadalajara, lo debe ser el hecho de que Spectator ha estado en contacto continuo con uno de los más altos funcionarios de la Universidad Autónoma de Guadalajara (no se trata de ninguno que lleve el apellido Leaño o el apellido Alvarez del Castillo, naturalmente, de eso pueden estar absolutamente seguros, pero sí se trata de alguien muy cercano a ustedes) el cual, sinceramente arrepentido tras años de reflexión profunda por haberse aliado a una causa maldita, verdadero católico creyente que ahora teme no por la salvación de su cuerpo físico sino por la salvación de su alma, le ha estado suministrando a Spectator una gran cantidad de información valiosa sobre la sociedad secreta Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. En varias ocasiones tal vez ustedes se habrán preguntado cómo sabe Spectator muchas de las cosas que sabe y que ha estado documentando en sus blogs y que ustedes saben que son ciertas. Pues he aquí la respuesta.

Spectator ha jurado a esta persona conservar por siempre su identidad en el más absoluto secreto; nunca será revelada a nadie a menos de que esta persona lo pida específicamente a Spectator estando en sus cinco sentidos y sin estar bajo amenaza de muerte o presión directa de parte de ustedes. Al hacer esto, ni Spectator ni su fuente de información están incurriendo en pecado alguno ante los mismos ojos de la Iglesia Católica, cuyos ministros no contagiados aún por ustedes guardan celosamente en sus corazones muchos secretos de confesión, porque lo que se está tratando de detener es a un monstruo que está escapando ya inclusive del control de sus propios creadores con posibles consecuencias devastadoras y trágicas a futuro para mucha gente inocente.

Así como les será imposible tratar de ubicar a la valiosa fuente de filtración de la que ha salido mucho material importante sobre ustedes, el tratar de ubicar a Spectator tampoco les será posible. Por principio de cuentas, si tratan de localizar a Spectator usurpando los recursos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) al cual la gente del Yunque ha estado infiltrando hasta la médula, si tratan de rastrear a Spectator en México monitoreando y espiando la transmisión de datos digitales y analógicos a través de las redes telefónicas en México como lo han hecho para pulverizar mediáticamente a varios políticos prominentes de la oposición (de lo cual son prueba los videos y las numerosas conversaciones telefónicas filtradas por los “soldados” de la extrema derecha a los medios de comunicación, delitos por los cuales bajo el régimen del derechista Vicente Fox jamás se ha castigado a nadie), ¿no se han puesto a pensar alguna vez en que Spectator ya tenía prevista desde hace mucho tiempo esa posibilidad de que lo trataran de rastrear con todo el aparato de espionaje del gobierno federal en México al servicio de ustedes? ¿No han considerado la posibilidad de que Spectator está subiendo sus materiales a Internet a través de intermediarios, a través de cuartas o inclusive quintas personas, ninguna de las cuales se conoce directamente entre sí, con lo cual la identificación del eslabón final de la cadena no les serviría absolutamente de nada, después de un enorme desperdicio de tiempo y dinero? Y ciertamente, cada uno de los eslabones intermedios estaría protegido adecuadamente en contra de intentos de espionaje Spyware con programas anti-espionaje de calidad, así como un corta-fuegos (Firewall) de calidad, todo esto apoyado con programas antivirales actualizados diariamente, además de las precauciones de rigor tales como no almacenar ninguna de las contraseñas bajo ningún Administrador de Contraseñas en ninguna de las computadoras utilizadas por Spectator. ¿No se han puesto a pensar en la posibilidad de que el punto de origen, el punto inicial de la cadena, pueda estar situado fuera de México, lo que haría su búsqueda poco menos que imposible? ¿No se han puesto a pensar en la posibilidad de que Spectator ha estado subiendo todos sus trabajos a la Red a través del sistema Wi-Fi que no requiere conectarse a una línea telefónica, lo cual vuelve inútil el tratar de recurrir a “pájaros en el alambre” montados sobre las líneas telefónicas para saber lo que está siendo enviado a través de los cables de cobre y de fibra óptica? Todos estos detalles han sido considerados por Spectator mucho antes de que empezara a subir sus materiales a Internet. De no haber considerado todas estas posibilidades, Spectator no habría sido lo suficientemente inteligente para esquivar sus burdos intentos de identificación y detección. Y como, a diferencia de las actividades en las cuales ustedes están involucrados y que sólo pueden ser calificadas como constituyentes de alta traición que ameritaría la pena de muerte, lo que está haciendo Spectator no está fuera de la Ley, como los trabajos de Spectator están públicamente puestos a la vista de todos, una búsqueda mundial de Spectator a través de los canales oficiales del gobierno federal de México -al cual su gente ha estado infiltrando insidiosamente a lo largo de décadas- llamaría la atención inmediata de las agencias de inteligencia de otros países, dando plena credibilidad en el extranjero a la labor de Spectator, algo que Spectator les agradecería enormemente.

¿No se han puesto a pensar, tampoco, en que el tratar de reunir y analizar pacientemente todas y cada una de las bitácoras de todos los servidores Web que hay en México con el fin de detectar “patrones” y tendencias para ubicar a Spectator, no les serviría de nada, porque existen métodos como la tecnología Peer-to-Peer a través de programas disponibles públicamente como BitTorrent, mediante la cual desaparece la distinción tradicional entre una computadora “cliente” y la computadora que actúa en todo momento como “servidor”? Como pueden ver, para infortunio de ustedes, existen muchos recursos informáticos en los que Spectator es bastante adepto, que permiten sacar la información de modo rápido sin censura alguna. Si bien en su pequeño islote de insania encubierta en Guadalajara la verdad puede ser sofocada hasta cierto punto, fuera de su plataforma predilecta de operaciones ustedes se encuentran tan expuestos e indefensos en la red de redes como un pez fuera del agua.

Si de lo que se trata es de interceptar los comunicados confidenciales de Spectator con otras personas antes de que los datos sean liberados públicamente, tales intentos se van a estrellar en contra de una pared de concreto. En esto, no les servirán de nada las extensas redes de soplones que han creado para tenerlos bajo su servicio incondicional, porque la lucha es ahora una lucha informática, tecnológica, en la cual el espacio virtual de la blogoesfera es tan sólo uno de varios medios. Como tampoco les servirá de nada la ayuda de los más talentosos estudiantes y maestros de informática que tengan a su servicio en estos momentos. Por principio de cuentas, si recurriendo a los más talentosos estudiantes de ingeniería en computación que tengan y hayan tenido entre sus filas, quieren interceptar los materiales cuando vayan en tránsito hacia Spectator o cuando vayan en tránsito de Spectator hacia otras personas, tal labor será imposible, porque antes de que cualquier archivo pueda ser enviado a través de Internet, el archivo es descompuesto en varios paquetes conocidos como packets por la tecnología de packet switching, y cada uno de dichos paquetes es enviado por separado y puede viajar libremente por rutas diferentes. Interceptar cualquier archivo en tránsito implicaría la capacidad de poder interceptar cada uno de los paquetes, lo cual requeriría saber de antemano cuáles paquetes hay que interceptar simultáneamente entre los millones que circulan diariamente por Internet, y ensamblarlos en el orden correcto. Esto, Señores de la Universidad Autónoma de Guadalajara, es algo que está fuera del alcance no sólo de las capacidades intelectuales y tecnológicas de sus mejores agentes, sino de las capacidades del gobierno federal al cual ustedes tienen infiltrado de mil maneras. Y si se trata de interceptar alguno de los paquetes en tránsito con el fin de bloquear la transmisión del archivo, el nodo interceptor es considerado como un nodo muerto y el paquete es canalizado de inmediato por otra ruta. Por otro lado, aún suponiendo que ustedes pudieran lograr mágicamente de alguna manera atrapar todos y cada uno de los paquetes individuales que están viajando en tránsito de un punto a otro, les quedaría otro problema enorme por resolver: descifrar el mensaje en caso de que haya sido enviado por alguna tecnología de encriptamiento como PGP (Pretty Good Privacy). Para lo cual tendrían que tener la “llave” que abre el candado, sin la cual no es posible convertir esa montaña de “textos en garabato” en algo que se pueda ver o leer. Sin esta llave, necesitarían un arsenal de varias super-computadoras como la super-computadora Cray XD-1 fabricada por la empresa Cray. De hecho, necesitarían una capacidad computacional equivalente a la que posee en los Estados Unidos la National Security Agency. Y ustedes no poseen ni en sueños el dinero requerido para montar una operación de esta naturaleza; afortunadamente aún no, porque ustedes sólo son buenos para forjar soplones, traidores y alucinados del nazi-fascismo. Ni siquiera el gobierno federal de México, al cual tienen infiltrado, posee tales recursos. ¡Y pensar que si Hitler, al cual han convertido en un ídolo a través de la propaganda chatarra financiada por ustedes y sus patrocinadores, hubiera tenido esta tecnología en lugar de la risible máquina Enigma que hoy se antoja demasiado primitiva y demasiado expuesta para nuestros tiempos, tal vez habría tenido alguna esperanza de poder ganar la guerra! Habrán de perdonarle a Spectator esta discusión tecnológica a la cual ustedes posiblemente no están acostumbrados, pero era necesaria para dejarles una cosa completamente en claro: Spectator sabe perfectamente la manera en la cual trabaja Internet.

Mostrando una angustia que raya en la desesperación, la terrible maquinaria creada por ustedes también ha estado tratando de acallar las verdades que están siendo expuestas aquí en Blogger por Spectator y por los comentaristas que apoyan la labor de Spectator tratando de sabotear estos blogs en los servidores Web que hay en México, recurriendo seguramente a los mejores hackers que el mucho dinero que les sobra a ustedes a manos llenas pueda comprar. Deberían de ponerse a pensar en que estos ataques cibernéticos no han pasado desapercibidos para los Webmasters y los ingenieros que dan mantenimiento a los servidores de Blogger, y que están siendo documentados diligentemente no solo por ellos sino también por los servicios de inteligencia de varios países en el extranjero. Spectator les agredece a sus lacayos Yunquistas y a ustedes estas intentonas pueriles de acallar la verdad, porque el hecho de que se estén montando estos ataques cibernéticos desesperados confirma que algo hay en lo que ha estado difundiendo Spectator.

Aún si tuvieran suficiente dinero para poder adquirir a Google (no lo tienen, aún no), con la intención de borrar de inmediato todos los blogs de Spectator puestos en Blogger, ello no les serviría de nada, porque Blogger no es el único medio en donde Spectator ha colocado sus materiales. Hay otros foros, hay otros recursos, para hacer llegar la información (eventualmente les llegará la noticia). Por principio de cuentas, deben meditar en la posibilidad de que Spectator cuenta con muchos respaldos (back-ups) de cada uno de sus blogs en formato HTML (Hyper-Text Markup Language) distribuídos por todo Internet, de modo tal que les es ya imposible a ustedes el tratar de destruír la obra de Spectator. Ya no les será posible llevar a cabo una incineración como la famosa Quema de Libros que acostumbraban llevar a cabo los Nazis en Europa. Eso se acabó.

Suponiendo que, de algún modo casi mágico, y a costa de un enorme esfuerzo económico, ustedes lograran a través de sus incondicionales y lacayos enviar un virus, un gusano o un Troyano nuevo a Blogger para sabotear todo lo que aquí ha puesto Spectator, ¿saben cuánto tiempo le llevaría a Spectator crear una cuenta nueva en Blogger con un nuevo nombre de usuario, digamos, Spectator2006-2? ¡Dos minutos! Y teniendo todos los materiales respaldados y protegidos en lugares seguros bajo “siete candados”, ¿saben cuánto tiempo le llevaría a Spectator2006-2 volver a poner en Internet todos los materiales puestos por Spectator2006? ¡No más de dos horas! Con la diferencia de que, al subirlos nuevamente, Spectator pondría en todos ellos una nota aclaratoria como la siguiente: “La dirección extrema-derecha.blogspot.com está siendo saboteada por las fuerzas ocultas de la extrema derecha que se están apoderando de México, motivo por el cual este blog aparece con este nuevo domicilio”. Y esto despertaría un enorme interés y curiosidad en la comunidad mundial de internautas de habla hispana. Sería una propaganda fabulosa para el mensaje de Spectator. De modo que, si pueden hacer esto, y quieren hacerlo, ¡adelante!, Spectator se los agradecería infinitamente por adelantado. Por cierto, ¿pueden estar completa y absolutamente seguros de que todos los blogs de Spectator no están ya publicados en Blogger bajo otro nombre de usuario, con un cambio mínimo en el texto de cada encabezado, en cuyo caso todo lo que tendría que hacer Spectator sería diseminar su nueva identidad a la comunidad mundial de internautas? ¿No creen que Spectator consideró ya esta posibilidad?

Con lo que se ha asentado arriba, les debe quedar claro que tratar de localizar a Spectator para aplicarle la metodología confesional utilizada por la Santa Inquisición Española a la que tanto alaban en su propaganda les será harto difícil. De hecho, les sería más fácil determinar, matemáticamente hablando, uno de los famosos números Ramsey que tratar de ubicar a Spectator, les sería más fácil con todo su poderío combinado y con todos los recursos económicos que puedan allegar junto con sus aliados supra-capitalistas tratar de saber cuál es el número Ramsey R(6,6) que saber quién o quiénes son Spectator.

Para fortuna suya, Spectator opera con un código de ética y conducta personal muy diferente al que poseen ustedes. Aunque Spectator tiene en sus manos una lista amplia de individuos, con sus nombres reales y sus seudónimos usados en sus juntas regulares secretas, que a lo largo de varias décadas han empezado sus vidas estudiantiles formando parte de la sociedad encubierta Tecos creada y auspiciada por ustedes y que ahora como profesionistas graduados de la Autónoma de Guadalajara actúan como agentes suyos para propagar un imperio secreto basado en el fanatismo y la locura, Spectator no publicará dicha lista en ninguno de sus blogs, porque Spectator sabe que de hacer tal cosa ello llevaría a todos ellos directamente al matadero, sobre todo ahora que la izquierda está radicalizando su lucha en respuesta a la grave amenaza que ustedes representan (una radicalización con la que Spectator no está de acuerdo, porque Spectator se opone terminantemente al uso de la violencia física en todas sus formas y manifestaciones porque casi siempre termina arrastrando también a mucha gente inocente). Spectator está consciente de que muchos de ellos son padres de familia, cuyas esposas e hijos no son culpables de “esto” en lo que están metidos sus esposos y padres, y también está consciente de que el hacer pública esta información podría conducir también al matadero a familias enteras. Spectator no cargará con esta responsabilidad sobre sus manos, ni cargará sobre su conciencia el derramamiento de sangre, así sea la sangre maldita de gente maldita unida en torno a una causa maldita. Pero si las identidades de todos ellos salen a flote por otros medios y emanan de otras fuentes, ello ya no es algo de lo que Spectator pueda sentir remordimiento alguno. Spectator está haciendo su parte en denunciar la amenaza; corresponderá a otros saber qué hacer para atacarla, sobre todo ahora que la vía democrática está cerrada como alternativa para expulsar a la extrema derecha del poder pacíficamente por la vía de las urnas electorales, como lo demostró la gran lección emanada del 2 de julio del 2006 y la manipulación visible de la opinión pública llevada a cabo por los grandes consorcios mediáticos que les sirvieron de aliados y les seguirán sirviendo de aliados a menos de que el pueblo de México ponga un ¡hasta aquí! a tal manipulación.

Spectator sabe ya, por diversas fuentes y diversos medios, que los esfuerzos de Spectator no han sido en vano. El proceso de ultraderechización de México, o mejor dicho, de su nazificación al estilo clásico de la Falange española, se está tropezando ya con serias dificultades conforme la verdad documentada va generando una respuesta inmunológica en una cantidad creciente de jóvenes mexicanos, conforme la vacuna proporcionada por los Blogs de Spectator va generando anticuerpos que harán al individuo mental y espiritualmente resistente a la propaganda construída a base de puras mentiras y distorsiones históricas. Aún es muy prematuro para saber si Spectator lo único que logró fue retrasar algo inevitable, si lo único que hizo fué ganar un poco más de tiempo para el pueblo de México, o si el monstruo apocalíptico del engaño que sólo puede traer muerte, dolor y destrucción, perderá mucho de su poderío al enfrentarse a una pléyade de jóvenes liberados que ya no caerán víctimas de sus perfidias y sus falsedades. La misión de Spectator no es inspirar la creación de un partido político nuevo, nunca lo fué, México ya tiene bastante con los partidos existentes. Mucho menos lo fué el tratar de obtener riqueza y fortuna a mediano o largo plazo , ya que de haber sido así en tal caso hubiera comercializado toda su obra, se hubiera metalizado al igual que como lo hicieron ustedes al correr de los años. La misión de Spectator es otra: detenerlos a ustedes hasta donde sea posible, mientras llega el día en que un cada vez más informado pueblo de México decida qué hacer con ese nido de miseria moral que ustedes comandan desde la ciudad de Guadalajara.

Por último. Ustedes, Señores de la Universidad Autónoma de Guadalajara, ya tienen muy pocos secretos para Spectator, y los secretos que aún les quedan son secretos en los que Spectator no está interesado. En estos momentos, los ojos del mundo entero se están enfocando directamente sobre lo que está sucediendo y lo que está emanando desde la Universidad Autónoma de Guadalajara. Simple y sencillamente, ya no les será posible ocultar lo que son. Ojalá y dejaran de ser los cobardes que siempre han sido desde que se fundó la sociedad secreta “Tecos”, y admitieran abiertamente ya de motu propio su linaje neo-Nazi como lo hicieron los Falangistas en los tiempos en los que Francisco Franco mantenía a España sumida bajo su garra de hierro, ojalá y al menos fueran valientes en esto. Pero, conociéndolos bien, esto sería pedir demasiado. Esto sería pedirle peras al olmo. Sobre todo cuando se trata de un olmo cuya cizaña venenosa está pudriendo las células sanas de la sociedad en aras de una causa oculta y perversa que busca justificarse bajo otras banderas que no le pertenecen.


Atentamente


Spectator
10 de noviembre del 2006
Desde algún lugar en el espacio virtual...